1 de abril de 2011

Sen to Chihiro no kamikakushi (El viaje de Chihiro)



Cogiéndo como tema de este trabajo la comparación de una película contemporánea con el clásico de La Odisea, os quiero presentar este largometraje animado de la mano de Hayao Miyazaki.
Sen to Chihiro no kamikakushi o El viaje de Chihiro en español, nos cuenta las aventuras de una niña de diez años que de camino a su nuevo hogar al mudarse de casa, su padre coge un camino equivocado, yendo a parar a lo que parece un parque temático abandonado. Separados por las circunstancias, Chihiro deberá vivir una serie de aventuras para volver junto a sus padres y regresar a casa de ese extraño lugar, albergue de monstruos y dioses.

Aunque probablemente  el director del film no se haya basado expresamente en el clásico griego, podemos encontrar varios paralelismos entre las dos historias. Ya, para empezar, Ulises se muestra reacio a partir a la guerra, del mismo modo que Chihiro se presenta como una niña disgustada con el cambio de casa y obligada, pues,  a hacer un viaje que no quiere; y entra en el parque temático abandonado, aunque se opone en un principio.



Siguiendo la trama de El viaje de Chihiro iré mencionando las diferentes semejanzas:
Una vez dentro del parque abandonado, encuentran un puesto de comida donde los padres comienzan a comer sin pensar en las consecuencias. Chihiro se niega y decide dar un paseo. Al caer la noche comienzan a aparecer seres extraños, y la niña asustada corre hacia sus padres, encontrándolos donde los había dejado anteriormente con un par de cerdos. Esto me recuerda al pasaje de Circe en La Odisea, cuando la bruja transforma a los compañeros del héroe en el mismo animal.



Al quedarse sola, comienza la aventura de Chihiro. Si quiere recuperar a sus padres y volver a casa, deberá “bajar a los infiernos”, una especie de espacio subterráneo, con calderas (la trama se desarrolla en unos baños públicos tradicionales japoneses) y pedirle “consejo” a Kamaji, quien para mí sería el viejo Tiresias.

Chihiro también hará frente a varios retos y criaturas que bien se podrían comparar con los monstruos que el héroe clásico debe superar durante su travesía por mar, y hablando del mar, nuestra joven protagonista deberá también realizar un viaje que forma parte de sus aventuras atravesando un océano, y no lo hará sola, ya que esta vez citando una diferencia, Chihiro irá recogiendo compañeros durante sus peripecias en la casa de baños.


Sin embargo, el reto más duro que deberá enfrentar será la bruja Yubaba, quien dirige todo y es la jefa del lugar. Sus poderes y su alta posición somo señora de todos los que allí viven, además de las intromisiones que realiza durante la película, poniéndole a Chihiro la cosas más difíciles, recuerda al papel del dios Neptuno al ir en contra de Ulises.

Pero del mismo modo que Chihiro tiene su Neptuno, la joven también cuenta con su Atenea: Haku, un dios con forma de joven que se dedicará a guiar a nuestra protagonista brindándole ayuda cuando más lo necesite y protegiéndola en los casos más difíciles para que pueda volver a su hogar junto con sus padres.

Una característica de la joven que me llama la atención sería que, aunque en un principio es una niña cobarde y perdida, que no se atreve a enfrentar la situación, sufre una evolución psicológica que la hace alcanzar un valor y astucia comparable a nuestro héroe clásico, enfrentándose a cada peligro sin perder de vista su meta: volver junto a sus padres y conseguir que vuelvan a ser humanos.
Finalmente, al igual que Ulises, Chihiro consigue reunirse ellos de nuevo, hecho que significa el regreso a su Ítaca, su hogar.

2 comentarios:

Mar dijo...

Jajajaj Carla, sabes que amo esta película. Muy buenos paralelismos y muy buen trabajo.
Ganbatte!! (no tiene mucho que ver aquí, pero vale... tú ya me entiendes).

Virginia dijo...

Me apunto esta película para el verano, Carla. Gracias por tu contribución "asiática".